El cerdo ibérico

Es más pequeño que el cerdo blanco, más musculado, de piel oscura y pelaje corto, patas estilizadas y generalmente con la pezuña de color negro. Además, el cerdo ibérico tiene la particularidad de infiltrar la grasa dentro de su propio músculo. Una característica crucial para el aspecto, aroma y sabor de sus productos.
Su crianza suele ser extensiva (con largos periodos en los que el cerdo se deja en libertad pastando en la dehesa), y en cuanto a la alimentación, este suele alimentarse de bellotas y hierbas durante la fase de montanera (de octubre a marzo).