Veinticuatro arcos óseos, doce de cada lado, que se extienden desde una vértebra y concurren a formar las paredes del tórax. Son huesos cartilaginosos muy sabrosos. Se cocinan enteras (a la brasa), al horno, y cortadas (guisos y en salsa).
Se denominan pies tanto si son de las patas traseras, como si son de las delanteras ya que no hay diferencia entre ambos. Muy gelatinosos y con un alto porcentaje de huesos. Excelentes a la brasa o guisados, pero sea cual sea su elaboración es imprescindible cocerlos previamente.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.